Blog · Paso 8 IDENTIFICAR LA FUNCIÓN DE CADA CONSTITUYENTE · Sintaxis

Sujeto: ejemplos

Muchas veces los ejemplos nos ayudan a asimilar lo que hemos aprendido en la teoría (pincha para leer “Cómo reconocer el sujeto”), así que aquí te dejo algunos con una breve explicación.

En los siguientes cuatro ejemplos, el sujeto es un nombre o un sintagma nominal (SN).

Emilio ha cumplido diecisiete años → esta es una oración sencilla en la que es fácil reconocer el sujeto, pero nos sirve para contrastar con las siguientes oraciones.

Ayer cayó una gran nevada → la intuición te puede llevar a pensar que el sujeto siempre va al comienzo de la frase. Tienes que fijarte bien, porque el sujeto puede ir en otras posiciones. Aquí el predicado es ‘ayer cayó’, mientras que el sujeto es el SN ‘una gran nevada’. Si lo pones en plural, concuerda con el verbo: Ayer cayeron grandes nevadas.

El anciano profesor de matemáticas con cuarenta años de experiencia en la universidad explicó el teorema con paciencia → el sujeto de esta oración es un SN bastante largo porque contiene varios complementos. Veámoslo con más detalle:

El núcleo del SN-Sujeto es ‘profesor’ y tiene tres complementos del nombre (CN): ‘anciano’, ‘de matemáticas’ y el más extenso, que es el SP ‘con cuarenta años de experiencia en la universidad’. ¡No te líes con todos los CN que hay dentro de otros CN! He puesto el análisis del SN-Sujeto completo para que tengas más información disponible, pero los CN del núcleo ‘profesor’ solo son los que te he mencionado, los que están a la misma altura o en la misma línea que el núcleo (N) ‘profesor’.

Y recuerda que puedes leer aquí la entrada sobre cómo identificar desde dónde hasta dónde va cada sintagma.

El pastel que horneó mi abuela con nueces y miel es una receta centenaria → en esta oración atributiva el sujeto es un SN que incluye una oración subordinada de relativo con la función de complemento del nombre (CN).


Aquí vemos tres oraciones sencillas cuyo sujeto es un pronombre. En las dos primeras el sujeto es fácilmente reconocible.

¿ sabes cómo se rellena el formulario?

Yo no puedo ir a Palencia este fin de semana.

La casa la encontraron ellas tras preguntar a los vecinos del pueblo → un primer impulso te puede llevar a creer que el sujeto de esta oración es ‘la casa’, sin embargo, fíjate en que ‘la casa’ no concuerda con el verbo. Si cambiamos de orden los elementos de la oración, es más claro: Ellas encontraron la casa tras preguntar a los vecinos del pueblo.


Acuérdate de que también algunas oraciones subordinadas pueden funcionar como sujeto.

A Patricia le encanta caminar bajo la lluvia → en este caso, tenemos una oración subordinada sustantiva que concuerda con el sujeto. Si la sustituimos por un sintagma nominal, nos quedaría A Patricia le encanta la lluvia. ‘Patricia’ aquí no es sujeto porque si la sustituimos por un pronombre en plural, el verbo seguiría estando en singular: A nosotras nos encanta la lluvia. En cambio, si en lugar de ‘la lluvia’, ponemos ‘las gotas de lluvia’, el verbo sí hay que pasarlo a plural: A Patricia le encantan las gotas de lluvia.

Me molesta mucho que me griten → esta frase tiene la misma lógica. La diferencia es que en la de arriba el sujeto es una subordinada sustantiva de infinitivo, mientras que aquí el sujeto es una subordinada sustantiva introducida por el nexo ‘que’.

Quienes deseen ir a la excursión deben inscribirse antes del miércoles → aquí el sujeto es una subordinada adjetiva sustantivada (u oración de relativo libre según otro sistema de análisis). Pincha en el enlace si quieres saber más sobre este tipo de oraciones. Podemos comprobar que la oración subrayada desempeña la función de sujeto sustituyéndola por un pronombre: Ellos deben inscribirse antes del miércoles.

Espero que estos ejemplos te hayan ayudado y, si no es así, consúltame tus dudas en los comentarios.

Análisis · Blog · Paso 8 IDENTIFICAR LA FUNCIÓN DE CADA CONSTITUYENTE · Sintaxis

Identificar funciones sintácticas: introducción

Una vez llevados a cabo los pasos anteriores, es momento de identificar la función de cada constituyente. Esto nos puede parecer complicado, pero hay algunas cosas que nos van a facilitar la tarea. En primer lugar, las funciones de sujeto y de predicado ya las hemos determinado en el paso 5. Además, si observamos qué tipo de oración tenemos según el predicado, podemos reducir aún más las funciones disponibles. Por ejemplo, sabemos que en una oración atributiva hay atributo, pero no complemento directo; o que las oraciones transitivas sí tienen complemento directo, mientras que las intransitivas no. También sabemos que en una oración pasiva, el sujeto de la activa pasa a ser el complemento agente y el complemento directo de la activa es en la pasiva el sujeto paciente (están todos los ejemplos en el enlace de arriba).

Por otro lado, en el libro Estrategias para el análisis sintáctico, de Javier de Santiago Guervós, que ya te mencioné en otro apartado, puedes encontrar pruebas para determinar algunas funciones. Se trata de un libro de corta extensión (no llega a las 90 páginas) y de lectura fácil, que incluye ejercicios con sus soluciones. Está disponible en algunas bibliotecas públicas, pero si no lo encuentras en el lugar donde vives, intentaré darte en esta página algunas claves para ayudarte en la tarea de identificar funciones sintácticas.

Recuerda que tienes a tu disposición la sección de comentarios para consultar dudas puntuales.

Análisis · Blog · Paso 7 ENCONTRAR EL NÚCLEO DEL SINTAGMA · Sintaxis

Encontrar el núcleo del sintagma

Todo sintagma “está estructurado en torno a un núcleo que le otorga su categoría (nominal, adjetival, adverbial…) y da cuenta de sus propiedades fundamentales de significado y distribución”.[1]

Tipo de sintagmaNúcleo
Sintagma nominal (SN)Sustantivo
Sintagma adjetivo (SAdj)Adjetivo
Sintagma adverbial (SAdv)Adverbio
Sintagma verbal (SV)Verbo
Sintagma preposicional (SP)Preposición[2]

Para reconocer el núcleo del sintagma, debemos tener en cuenta su composición, por eso, este paso es casi simultáneo con el anterior. Si no tenemos claras las categorías gramaticales y la estructura de los distintos tipos de sintagma, será muy difícil encontrar el núcleo de cada sintagma.

En muchos casos, podemos eliminar los modificadores y los complementos y dejar solo el núcleo, y la frase sigue siendo gramatical, excepto en el caso del sintagma preposicional, cuyo complemento, llamado término, es obligatorio.

En el aula hay dos pizarras En el aula hay pizarras

El estante de las especias está un poco alto El estante de las especias está alto

Tienes que girar hacia la izquierda → *Tienes que girar hacia

En este último ejemplo, como vemos, la preposición no puede quedar sola, porque la frase sería agramatical.

¿Y qué ocurre con sintagmas como los siguientes?

La azul

El de arriba

Nos encontramos en el primer ejemplo con un artículo y un adjetivo, y en el segundo con un artículo y un sintagma preposicional. Existen varias teorías para explicar este fenómeno, pero en esta web vamos a analizar estos sintagmas mediante la teoría de la elipsis. Según dicha teoría, lo que sucede es que el núcleo del sintagma está omitido y podemos recuperarlo por el contexto.

-¿Qué camiseta quieres?

-La azul.

Entonces, “la azul” es un sintagma nominal compuesto por un determinante, un núcleo omitido (Ø) y un sintagma adjetivo que funciona como complemento del nombre.

¡Ojo! El núcleo no es camiseta, sino que, en este contexto, el núcleo omitido hace referencia al sustantivo “camiseta” mencionado en la frase anterior “¿qué camiseta quieres?”.

En el sintagma nominal “el de arriba”, tenemos también un determinante, un núcleo omitido y un sintagma preposicional con la función de complemento del nombre. Para conocer a qué sustantivo hace referencia el núcleo omitido, necesitamos recurrir al contexto. Tengamos en cuenta que, para explicar sintaxis, utilizamos ejemplos aislados, pero eso no es lo que habla la gente, que es lo que realmente interesa a los y las lingüistas, y en el lenguaje real siempre hay un contexto.

También es muy importante considerar que, asimismo, en la enseñanza de sintaxis se simplifica el conocimiento por razones didácticas, pero puede haber distintas interpretaciones para explicar un mismo fenómeno. Es decir, la sintaxis es más compleja de como se enseña en la secundaria y el bachillerato. Por eso, yo siempre sugiero a los alumnos y alumnas a los que doy clases particulares que utilicen la terminología y las interpretaciones que les ha explicado su profesor o profesora, porque aunque es muy enriquecedor que conozcan que hay variedad, es recomendable ser consistente y no caer en ambigüedades, por ejemplo, utilizando un día una manera de analizar y al día siguiente otra distinta, o usar unas veces el término “grupo” y otras “sintagma”, etc.


[1] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg>

[2] En la entrada sobre los tipos de sintagma expliqué que el sintagma preposicional es un caso distinto al de los otros sintagmas y lo analizamos de diferente modo.

Análisis · Blog · Paso 6 IDENTIFICAR SINTAGMAS · Sintaxis

Desde dónde hasta dónde va cada sintagma

Una vez que conocemos los distintos tipos de sintagma que existen y su composición, tenemos que determinar cuál es la longitud de los sintagmas que estamos analizando. Y contamos con algunas pruebas que nos pueden ayudar, si bien no son definitivas y hemos de ser precavidos.

Podemos utilizar, por ejemplo, la prueba de conmutación por pronombres tónicos. Imaginemos que queremos encontrar los sintagmas que hay en esta oración:

Me suena el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia

Creemos que hay un sintagma nominal que comienza en “el chico”, pero no sabemos hasta dónde llega. Lo que podemos hacer es conmutar (sustituir) lo que pensamos que es el sintagma por un pronombre tónico.

Entonces, si creemos que el sintagma es “el chico de la camiseta azul”, probemos a conmutarlo por el pronombre tónico “él”:

*Me suena él que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia

Al hacer esta prueba, vemos que algo no encaja, así que deducimos que el sintagma nominal seguramente sea más largo de lo que creíamos. Probemos con “el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde”:

Me suena él en casa de Silvia

La oración no es agramatical, pero sigue habiendo algo que no encaja, así que probemos a sustituir todo a partir de “el chico”:

Me suena él

Ahora sí parece que encaja, así que deducimos que el sintagma nominal es “el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia”.

Me suena el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia → Me suena él

A partir de aquí, tendríamos que ir profundizando en los distintos niveles de análisis e ir dividiendo este sintagma nominal en sus distintos constituyentes. Voy a dejar la oración resuelta, pero ten en cuenta que esta es una tarea que requiere mucha práctica y cierto conocimiento teórico. Y recuerda que si tienes alguna duda, puedes dejarme un comentario y te responderé lo antes posible.

La prueba de conmutación por pronombres átonos también nos puede servir en algunos casos. Es muy parecida a la anterior.

El cuadro de La Gioconda parece más pequeño visto en persona

Si, en la oración de arriba, queremos analizar el sintagma adjetivo que empieza en “más pequeño”, lo que hacemos es conmutarlo por el pronombre átono correspondiente.

Probemos si el sintagma adjetivo es solo “más pequeño”:

El cuadro de la Gioconda lo parece visto en persona

La oración no es agramatical, pero suena un poco rara. Sustituyamos “más pequeño visto” por el pronombre átono:

El cuadro de la Gioconda lo parece en persona

Sigue sin ser agramatical, pero algo falla. Probemos al sustituir desde “más pequeño” hasta el final:

El cuadro de la Gioconda lo parece

Ahora sí que encaja la oración así que el sintagma adjetivo es todo lo que aparece en negrita:

El cuadro de La Gioconda parece más pequeño visto en persona El cuadro de la Gioconda lo parece

Apliquemos la prueba también en la siguiente oración:

Me encontré a Teresa el otro día en la Plaza Mayor

Si queremos comprobar la longitud del sintagma que empieza en “a Teresa”, conmutémoslo por un pronombre átono:

Me la encontré el otro día en la Plaza Mayor

En este caso, parece que el sintagma solo es “a Teresa”:

Me encontré a Teresa el otro día en la Plaza Mayor Me la encontré el otro día en la Plaza Mayor

Sin embargo, insisto en que hay que ser cuidadoso con estas pruebas, pues en algunas oraciones pueden resultar dudosas. Creo que la mejor manera de llevar a cabo correctamente este paso de identificar sintagmas es hacerlo teniendo en cuenta el último paso del análisis. De hecho, estas pruebas, junto con otras, te pueden servir para determinar algunas funciones sintácticas.

Puedes encontrar todas las pruebas explicadas de forma muy clara en el libro Estrategias para el análisis sintáctico, de Javier de Santiago Guervós, que está disponible para préstamo en algunas bibliotecas si no quieres o no te es posible comprarlo.

Análisis · Blog · Paso 6 IDENTIFICAR SINTAGMAS · Sintaxis

El sintagma: composición y tipos

El paso 6 puede resultar más complicado que los anteriores, pero es posible lograr identificar los sintagmas si se tienen en cuenta varios puntos.

Comencemos explicando qué es un sintagma. El DLE define sintagma de la siguiente manera:

Al sintagma también se le puede llamar “grupo”. En esta página vamos a utilizar el término “sintagma”, pero ten en cuenta que es sinónimo de “grupo”. Te recomiendo usar el mismo que te han enseñado en clase para no dar lugar a confusión. O, si eres autodidacta, te recomiendo que elijas uno de los dos términos y que uses siempre el mismo, también por una razón de claridad.

Composición del sintagma

La teoría de la X’ (formulada por Chomsky y ampliada por Jackendoff) propone que todos los sintagmas se componen de la misma manera: todos tienen como mínimo un componente (el núcleo) y como máximo tres (especificador, núcleo y complemento). El componente que no puede faltar es el núcleo, mientras que el especificador y el complemento son opcionales.

Pongamos un ejemplo: el sintagma nominal (SN) la pared blanca está formado por el especificador “la” más el núcleo -que es un nombre- y el complemento (N’) “pared blanca”, y a su vez N’ está compuesto por el núcleo “pared” y el complemento “blanca”.

Según esta teoría, este mismo esquema se aplica a todos los tipos de sintagma. Sin embargo, ya veremos que el sintagma preposicional (SP) funciona de manera distinta.

No es necesario que sepas de memoria la teoría de la X’, pero sí es recomendable conocerla. Lo más importante es saber cómo se analiza un sintagma. Veamos algunos ejemplos:

El sintagma nominal (SN) la pared blanca está formado por el determinante artículo “la”, el núcleo “pared” y el complemento “blanca”, que en este caso es un sintagma adjetivo (SAdj) que tiene la función de complemento del nombre (CN).

En este sintagma adjetivo (SAdj) nos encontramos con el modificador “muy”, el núcleo “fácil” y el complemento “de analizar”.

Este sintagma adverbial (SAdv) se compone del modificador “bastante”, el núcleo “cerca” y el complemento “de la casa de mis abuelos”.

Este sintagma verbal (SV) está formado por el núcleo “vivo” y dos complementos: “en Candelario” y “desde los ocho años”.

Tengamos en cuenta que los complementos pueden ser oraciones subordinadas o llevarlas incluidas.

En este sintagma nominal, el complemento “que pinté de blanco” es una oración subordinada sustantiva.

O, por ejemplo, en el sintagma adjetivo que vimos antes, el complemento “de analizar” es un sintagma preposicional que incluye una oración subordinada sustantiva de infinitivo.

En el siguiente sintagma adverbial también hay incluida una oración subordinada dentro del sintagma preposicional que funciona como complemento de “cerca”. Se trata de “donde viven mis abuelos”.

Tipos de sintagma

Hay cinco tipos de sintagma:

  • Sintagma nominal (SN): su núcleo es un sustantivo.
  • Sintagma adjetivo (SAdj): su núcleo es un adjetivo.
  • Sintagma adverbial (SAdv): su núcleo es un adverbio.
  • Sintagma verbal (SV): su núcleo es un verbo.
  • Sintagma preposicional (SP): su elemento principal es una preposición, pero, como ya hemos dicho, este sintagma funciona de manera diferente a los otros, ya que en el resto de sintagmas el núcleo puede ir solo, sin embargo, en el sintagma preposicional, la preposición no puede ir sola, pues la frase no sería gramatical.

Quizás el cuarto ejemplo, al comprimir el sintagma y dejar solo el núcleo, te ha sonado un poco raro, pero fíjate en que la oración es gramatical. Lo que ocurre es que los complementos del sintagma están aportando una información relevante, entonces, al eliminar los complementos, la información se pierde. Pero no es el mismo caso que el del último ejemplo, ya que en este caso la oración es directamente agramatical.

¿Y cómo analizamos el sintagma preposicional? El sintagma preposicional está constituido por una preposición, que es el enlace, y por el término de la preposición:

El término de la preposición puede ser un SN (he visto a Mario), un SAdj (se hace pasar por loco), un SAdv (desde lejos) y también una oración de relativo libre (¿Pensaste en lo que te dije?) y una oración subordinada sustantiva (lleva cinco años sin ver la tele, se ha cansado de que le respondan siempre lo mismo).

En la próxima entrada, explicaremos algunos métodos para saber desde dónde hasta dónde va un sintagma.

Análisis · Blog · Paso 5 SEPARAR SUJETO Y PREDICADO · Sintaxis

Cómo reconocer el sujeto

Tradicionalmente, se ha definido el sujeto como el que realiza la acción del verbo. Sin embargo,  esta definición es semántica y no gramatical. Por eso, no debemos confundir el papel semántico de agente con la función sintáctica de sujeto.

Es cierto que en algunas oraciones sujeto y agente coinciden:

Luis salta → en esta oración “Luis” es el sujeto y también el agente, porque realiza la acción del verbo.

Pero hay otras en las que el sujeto no tiene el papel semántico de agente o en las que este desempeña una función sintáctica que no es la de sujeto:

A Luis le gustan las manzanas → el agente sigue siendo Luis, pero aquí “A Luis” es complemento indirecto (CI) y “las manzanas” es el sujeto.


Ahora bien, ¿cómo podemos reconocer el sujeto?

Empecemos por enumerar qué categorías pueden tener la función de sujeto:

1) SN: (Det)+N+(Complementos). El núcleo del SN puede ser un pronombre (Yo no sé nada), un sustantivo (Juan no sabe nada) y un adjetivo sustantivado (La amarilla es la que más me gusta).

2) Oración subordinada sustantiva (en este enlace tienes más información https://sintaxisymas.wordpress.com/2021/01/16/oraciones-subordinadas-sustantivas/)

A Luis le gusta comer manzanas.

3) Oración adjetiva sustantivada (resumen en la diapositiva 11 de este enlace https://sintaxisymas.wordpress.com/2021/02/18/oraciones-subordinadas-adjetivas/)

Los que hayan terminado la tarea pueden irse.


Además, existen algunas pruebas que nos pueden ayudar a reconocer el sujeto:

1) La concordancia. El sujeto siempre concuerda en número y persona con el verbo. Si te encuentras con la oración Esa nube tapa el sol, puedes pasar el verbo a plural y comprobar qué sintagma nominal también tendría que cambiar:

*Esa nube tapan los soles                                   Esas nubes tapan el sol

A Marta le gusta el melón                                 A Marta le gustan las fresas

Comprueba también que coincidan en persona el verbo y el sujeto:

Yo voy todas las mañanas al campo             *Él voy todas las mañanas al campo

Las oraciones subordinadas están en tercera personal del singular (no el verbo de la subordinada, sino toda la oración).

Que me cuentes historias antiguas es fascinante → el verbo está en tercera persona del singular y el sujeto es una oración subordinada sustantiva.

Recuerda que en castellano el sujeto no es de aparición obligatoria, así que puede estar omitido, lo cual tienes que indicar en tu análisis. En este caso, lo hacemos con la marca Ø, pero se puede indicar de otras maneras. Lo importante es que sepamos que en esta oración hay un sujeto omitido de primera persona del singular.

2) Conmutación por un pronombre. Podemos probar a sustituir lo que creemos que es sujeto por el pronombre “eso”, por ejemplo.

Montar en bicicleta es muy divertido → si pensamos que el sujeto es “Montar”, diríamos: ?Eso en bicicleta es muy divertido, lo cual nos suena extraño. Pero si sustituimos “Montar en bicicleta”, nos quedará: Eso es muy divertido, que tiene más sentido. En este caso, el sujeto es una oración subordinada sustantiva de infinitivo.


Un último consejo es que, cuando busques el sujeto de una oración, tengas en cuenta si estás buscando el sujeto de la oración principal o el de la oración subordinada. En la oración de arriba Que me cuentes historias antiguas es fascinante, decíamos que el sujeto de la principal es la subordinada sustantiva, que coincide con un verbo en tercera persona del singular. Pero el verbo de la subordinada está en segunda persona del singular y su sujeto está omitido.

Espero que esta información te ayude. Recuerda que lo más importante para obtener destreza con el análisis sintáctico es practicar constantemente la teoría.

Análisis · Blog · Paso 4 IDENTIFICAR LAS ORACIONES · Sintaxis

Desde dónde hasta dónde va cada oración

Para determinar desde dónde hasta dónde va cada oración, tenemos que observar primero si las oraciones que estamos examinando son coordinadas, subordinadas o yuxtapuestas. Para ello, te he dejado unas pruebas aquí.

Si has comprobado que las oraciones son coordinadas, lo tienes fácil, porque la estructura es esta:

O1 NEXO O2

Por lo tanto, la primera oración (O1) va desde el comienzo hasta el nexo, que no forma parte de ninguna de las oraciones; mientras que la segunda (O2) va desde después del nexo hasta el final. Pueden coordinarse más oraciones y, entonces, la estructura quedaría así: O1 NEXO O2 NEXO O3 NEXO O4 NEXO O5….

Veamos un ejemplo:

Los lunes juego al baloncesto y los martes tengo clases particulares de matemáticas y los miércoles descanso y los jueves voy a la bibloteca.

La oración no queda demasiado bien, pero es gramaticalmente correcta. Normalmente, esas oraciones serían yuxtapuestas, menos la última, que sí que estaría coordinada con y.

Usemos este mismo ejemplo para mostrar la estructura de las oraciones yuxtapuestas, que es muy similar, ya que va a ser la coma la que nos indique dónde empieza y dónde acaba la oración:

Hasta aquí lo tenemos fácil, pero ¿qué pasa con las subordinadas?

Hay subordinadas que son constituyentes de la oración principal y otras que son periféricas, es decir, que dependen de la oración principal, pero no forman parte de ella.

En esta entrada, te expliqué cuáles son las características que cumple un constituyente (admite las pruebas de Dik, de la reversibilidad, de la construcción hendida y del interrogativo), pero no basta con saber si un elemento es constituyente. Necesitamos más información.

La respuesta a dónde empieza la oración subordinada la tenemos: cuando hay nexo subordinante, la oración subordinada empieza con el nexo, al cual incluye, pero en algunas oraciones no hay nexo, como en las subordinadas sustantivas de infinitivo (Quiero hacer escalada en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años).

Una prueba que puede funcionar es la de la construcción hendida que he mencionado. Lo primero que te recomiendo es que te dejes guiar por tu intuición y que después compruebes si esa intuición es cierta o no. Imaginemos que nuestra intuición nos dice que, en la oración de arriba, la subordinada es “hacer escalada”. Enfaticemos mediante la construcción hendida.

Es hacer escalada lo que quiero en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años

No suena demasiado bien, ¿verdad? Probemos con “hacer escalada en la montaña más alta del mundo”: Es hacer escalada en la montaña más alta del mundo lo que quiero antes de los cuarenta años.

Sigue pasando lo mismo. Probemos con todo: Es hacer escalada en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años lo que quiero.

Esto ya suena mejor. También podemos sustituir la subordinada por otro elemento que tenga la misma función sintáctica. La estructura argumental de “querer” es Alguien [SUJETO] quiere algo [CD]. Deducimos que la oración subordinada en este caso es CD, porque ya hay un sujeto de primera persona del singular que está omitido. Entonces, podemos conmutar la subordinada por el pronombre de CD “lo” o bien por el pronombre demostrativo “esto”:

Hagámoslo suponiendo que la subordinada es hacer escalada:

Lo quiero en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años

Quiero esto en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años

El resultado no es agramatical, pero no suena bien. En cambio, si sustituimos la oración entera, ya queda mejor:

Lo quiero

Quiero esto

Y, además, si hacemos la prueba del interrogativo, respondemos con el constituyente:

¿Qué quieres? Hacer escalada en la montaña más alta del mundo antes de los cuarenta años.

Algunas de estas pruebas también se pueden aplicar con subordinadas que tienen nexo. Probemos con esta: Te has mojado porque has caminado bajo la lluvia sin paraguas toda la tarde

La subordinada empieza por el nexo porque. Imaginemos ahora que la subordinada es porque has caminado bajo la lluvia.

Apliquemos la prueba de la construcción hendida: Es porque has caminado bajo la lluvia por lo que te has mojado sin paraguas toda la tarde

Aquí queda aún más claro que la prueba no ha funcionado. En cambio, si se la aplicamos a todo lo que va desde porque hasta el final, el resultado que obtenemos es diferente: Es porque has caminado bajo la lluvia sin paraguas toda la tarde por lo que te has mojado.

En este caso, la prueba de conmutación no sirve, porque las adverbiales impropias (causales, finales, condicionales, concesivas, consecutivas ponderativas y comparativas) no se pueden sustituir por un adverbio.

Lo que te recomiendo es que, antes de analizar, conozcas a fondo los tipos de oraciones coordinadas y subordinadas que existen y cuáles son sus características.

¿Qué pasa con las subordinadas periféricas? Como todo complemento oracional, sea oración o sintagma, no son constituyentes de la oración principal, a la que modifican, pero podemos distinguirlas porque van entre comas (o desde el inicio de la oración hasta una coma) y porque se pueden sustituir por adverbios y locuciones que tienen esa misma función de complemento oracional: lamentablemente, a fin de cuentas, desgraciadamente, desde mi punto de vista, etc. Ten cuidado, porque a veces estos elementos sí que pueden modificar solo al verbo y no a toda la oración. Observa la diferencia:

Sinceramente, no me gusta cómo cocinas -> Complemento oracional (modifica a toda la oración)

María me habló sinceramente -> Complemento circunstancial de modo (modifica solo al verbo)

Además de esto, los complementos oracionales no admiten la prueba de la construcción hendida ni la prueba del interrogativo.

Es sinceramente como no me gusta cómo cocinas -> no funciona porque en esta oración sinceramente es complemento oracional.

Fue sinceramente como María me habló -> aquí sí funciona porque sinceramente modifica a hablar.

Espero que estas pautas te ayuden en tu análisis.