Lingüística

Leísmo, laísmo, loísmo: ¿son errores?

Según la ideología que considera que todos aquellos rasgos lingüísticos alejados de la norma culta del español estándar son desviaciones de la lengua española, el leísmo, el laísmo y el loísmo son errores, usos incorrectos que hay que evitar. Sin embargo, este prejuicio está muy alejado de la lingüística.

Para introducirnos en la cuestión, es necesario explicar qué es lengua y qué es dialecto. Como todo estudiante de primer año de filología sabe, entre lengua y dialecto no hay ninguna diferencia lingüística.

“Las lenguas naturales son las manifestaciones concretas de la facultad del lenguaje, en las que se expresan de forma espontánea las personas en su vida cotidiana”.[1]

Esta definición incluye tanto las lenguas habladas como las de signos. Cada lengua tiene su sistema fonológico, morfosintáctico y léxico, así que no importa su consideración social: si tiene un sistema fonológico, morfosintáctico y léxico, es una lengua de pleno derecho, más allá de si posee reconocimiento oficial o no. Desde una perspectiva lingüística, “la manifestación más directa y genuina de la facultad humana del lenguaje”[2] son las denominadas hablas regionales, mientras que los dialectos son “conjuntos de lenguas naturales afines” y las lenguas, “conjuntos de dialectos lingüísticamente afines”.[3] Por lo tanto, lo que llamamos español puede referirse a dos cosas:

  1. Un conjunto de dialectos surgidos del latín hablado en la Península ibérica en el s. V.
  2. El español estándar, que es una elaboración artificial basada en el dialecto de Castilla y, por lo tanto, es posterior.

¿Qué sucede con la norma culta? Sencillamente que no es una serie de rasgos de una lengua natural, sino que se trata de decisiones intencionadas para las que se han seguido criterios etimológicos, sociales, culturales, etc.

Toda variedad estándar es posterior a los dialectos (que son conjuntos de lenguas naturales), pues para crear un estándar, es necesario tomar como referencia un dialecto.

Los manuales prescriptivistas se atienen a la norma culta del español estándar, ya que no hay una lengua española como tal, sino un conjunto de dialectos relacionados entre sí. Así pues, desde un enfoque lingüístico, no existe una manera correcta o incorrecta de hablar. Lo que hay son distintos sistemas lingüísticos, y esto es lo que ocurre con los llamados leísmo, laísmo y loísmo.

Lo que se ha observado es que “se pueden distinguir en torno a una docena de sistemas pronominales diferentes en las diversas variedades dialectológicas del español europeo y americano.

[…]La existencia de estos diversos sistemas pronominales se debe a la actuación de determinadas categorías y funciones gramaticales que se influyen entre sí de forma compleja, para obtener varias de las interacciones posibles entre ellos”.[4] Veamos una lista con los distintos sistemas pronominales y los factores lingüísticos que los determinan:[5]

  • Sistema de la norma española culta: género, número, caso
  • Sistema astur-cántabro: género, número, caso, continuidad
  • Sistema castellano: género, número, continuidad
  • Sistema de transición suroriental: género, número, caso, animación
  • Sistema de transición occidental: género, número, caso, continuidad
  • Sistema de transición nororiental: género, número, caso, continuidad, animación
  • Sistema de la zona vasca: género, número, caso, animación
  • Sistema de la zona catalana: género, número, caso, animación
  • Sistemas del español andino: número, animación / caso
  • Sistema del español guaranítico en Paraguay y nordeste de Argentina: género, animación, caso
  • Sistema pronominal de la segunda generación de los Estados Unidos: género, número, caso

El género y el número son categorías bastante conocidas. El caso tal vez no lo es tanto. En el paso del latín a las lenguas iberorromances, esta categoría dejó de usarse en sustantivos y adjetivos y solo se ha mantenido en los pronombres. En esta clase de palabras, el caso acusativo marca el complemento directo y el dativo el complemento indirecto.

En el sistema de la norma española culta (recordemos que es una elaboración artificial), los pronombres de acusativo son lo, la, los, las y los de dativo, le, les. Pero esta correspondencia no se da en todos los sistemas porque influyen, como hemos señalado, otros factores.

La continuidad distingue los sustantivos contables de los no contables. Ejemplos de nombres contables son árbol, gato, lápiz…,  y de no contables, lluvia, arena, agua… Pues bien, en el sistema pronominal cántabro, se utiliza el pronombre le en función de complemento directo cuando el referente es contable, y se utiliza lo cuando el referente es no contable, tanto para el femenino como para el masculino:

  • le compramos (la casa) → referente contable
  • lo traemos (la arena) → referente no contable

La dialectología prescriptivista marcaría el primer ejemplo como leísmo y el segundo como loísmo, a los que considera errores y usos impropios, sin embargo, “estamos ante un sistema pronominal sensible a la propiedad gramatical de la continuidad y en el que la oposición de género y número se produce solo en el caso de los referentes pronominales de nombre contable”.[6]

Por otro lado, la animación opone referentes animados (chica, pájaro, león…) e inanimados (silla, libro, lámpara…). Al igual que la continuidad, es una categoría gramatical en muchas lenguas del mundo. En el sistema pronominal de transición suroriental, se usa le para complemento directo y para complemento indirecto cuando el referente es animado, pero cuando el referente es inanimado, se usa lo para el complemento directo y le para el indirecto:

  • le llevamos (a Luis, al perro) → CD/ le dimos (a Pedro, al perro) → CI
  • lo llevamos (el libro) → CD / le pusimos el nombre (al libro) → CI[7]

Desde el enfoque prescriptivista, tendríamos un caso de leísmo, ya que no tiene en cuenta propiedades como la continuidad o la animación.

En uno de los sistemas del español andino, por el contrario, no influyen ni la continuidad ni la animación, y tampoco el género, sino que se utiliza lo para referirse al complemento directo en masculino y femenino y singular y plural, y le para el complemento indirecto en ambos géneros y números:

  • lo traje a casa (las frutas) → CD
  • no lo conozco (a ellos) → CD
  • le di el regalo (a las niñas) → CI

Estos son solo algunos ejemplos de la gran riqueza y complejidad de los distintos sistemas lingüísticos englobados dentro del español, que es un conjunto de lenguas relacionadas entre sí. La ideología prescriptivista considera estos sistemas pronominales como “usos impropios”, desviaciones de la norma, a la que presenta como la única forma correcta de hablar. Nada más alejado de la lingüística, pues como apuntábamos al principio, el español estándar es una variedad artificial basada en el dialecto castellano y, por lo tanto, todos los dialectos (conjuntos de lenguas naturales) son anteriores al español estándar, así que los rasgos de estos dialectos no pueden ser desviaciones de la norma culta del español estándar.

En conclusión, el leísmo, el laísmo y el loísmo no son errores, sino que en el español hay distintos sistemas lingüísticos (por lo tanto, distintas lenguas). Cada uno de ellos está conformado por su propio sistema fonológico, léxico y morfosintáctico. A este último pertenecen los sistemas pronominales, que dependen de la confluencia de diversas propiedades (género, número, caso, continuidad, animación).


[1] Moreno Cabrera, Juan Carlos (2025). Lengua, dialectos, hablas. Crítica de la dialectoideología española. Hojas Monfíes.

[2] Ídem.

[3] Ibídem.

[4] Ibídem.

[5] La lista también la extraigo de Moreno Cabrera (2025).

[6] Moreno Cabrera (2025).

[7] Ejemplos de Moreno Cabrera (2025).

Blog

¿Por qué he abandonado WordPress.com?

Aunque el aspecto de la web sea el mismo, ya no está alojada en WordPress.com porque he acabado muy descontenta con el servicio y me gustaría compartir mi experiencia.

WordPress.com ofrece varios planes: el gratuito y los de pago. Yo siempre había tenido el plan gratuito, con el cual no aparecía publicidad en el blog a no ser que yo misma activara esa opción para monetizarlo, y además podía instalar plugins y tener acceso a diversos ajustes. ¿Qué ha sucedido? Que desde hace un tiempo, WordPress.com ha comenzado a mostrar publicidad a los lectores en el plan gratuito y para que esto no ocurra, sugiere a los creadores de blogs que se pasen a un plan de pago.

Si eres lector o lectora habitual de esta página, quizás te has fijado en que coloqué un aviso en la barra lateral explicando que yo no monetizo el blog y que es WordPress.com quien ha empezado a poner anuncios que van a monetizar ellos. En ese aviso te animaba a utilizar un bloqueador de anuncios tipo AdBlock (yo uso el navegador Opera que tiene su propio bloqueador de publicidad). Tras pensarlo un tiempo y en vista de que tenía que solucionar unos problemas con el menú de navegación, para lo que requería instalar plugins o añadir código CSS, decidí pasarme al Plan Personal, que es el plan de pago más económico. Y aun así, con impuestos incluidos, se queda casi en 60 € al año. Cuál fue mi sorpresa cuando veo que sigo sin poder instalar plugins ni añadir CSS aunque acababa de desembolsar ¡¡¡60 €!!! que para mí suponen un gasto importante. Si quería solucionar los mencionados problemas, tenía que pasarme a un plan superior, con un precio que se pasaba demasiado de mi presupuesto.

Me informé y descubrí que no hay un solo WordPress, sino que existen WordPress.com y WordPress.org. El primero “es un servicio comercial de la empresa Automattic”, mientras que el segundo es un software libre y gratuito “desarrollado y mantenido por la comunidad”. Y aunque coinciden en el nombre y la estética es similar, no están relacionados entre sí (más info. aquí). WordPress.com ofrece alojamiento y WordPress.org es un software que te descargas y que sí requiere alojamiento. Pero, claro, ya no me compensan los servicios gratuitos de WordPress.com si va a mostrar molesta publicidad a los lectores.

¿Qué hice entonces? Cancelé el Plan Personal, solicité un reembolso y decidí migrar la página a una instalación de WordPress.org alojada en Hostinger por un precio muchísimo más asequible (solo he pagado por el alojamiento, ya que, como te decía, WordPress.org es gratis).

Esta ha sido mi odisea. Mis conocimientos sobre este tema son escasos y me ha llevado mucho tiempo ajustar todo lo que quería y resolver los problemas que tenía en WordPress.com con el menú de navegación, pero ahora ya tengo total acceso a los plugins y a todas las opciones. Me gustaría, entonces, que me avises si encuentras algún error o algún enlace que no funciona y, sobre todo, que me informes si te apareciese publicidad, pues mi objetivo principal siempre ha sido que tú no tengas que ver anuncios molestos.

Te agradezco que hayas llegado hasta aquí para conocer mi experiencia y espero que estos obstáculos que pueden aparecer de vez en cuando no interrumpan tu aprendizaje. Y te recuerdo una vez más que tienes a tu disposición la sección de comentarios para consultarme cualquier duda. Intentaré resolverla lo antes posible.

Blog · Lingüística

Nadie habla mal

Aunque en este blog explico sintaxis orientada a estudiantes y, por lo tanto, adaptada a la norma culta, es muy importante considerar que esta se corresponde con el español estándar, que es una variedad artificial del español.

Hay una tendencia a pensar lo contrario: que lo que hablan las personas son dialectos del español, los cuales se identifican con la lengua estándar, e incluso se llega a creer que esos dialectos son realizaciones imperfectas de la lengua pura y completa, pero no es esto lo que nos muestra la Lingüística.

¿Qué dice la Lingüística? La característica fundamental de toda lengua es la variación: las lenguas cambian. Sin embargo, el cambio no lleva a la fragmentación, como a veces se afirma desde el desconocimiento o desde la tergiversación intencionada, pues no puede haber fragmentación porque “no existe una lengua natural unitaria que se va desgajando en variedades”.[1] Además, en las lenguas también hay “procesos naturales de convergencia lingüística, que disminuyen la diversificación (…) Por consiguiente, los dialectos, la forma de existencia primigenia de las lenguas, con el paso del tiempo, pueden diversificarse u homogeneizarse de forma natural según diferentes circunstancias y factores”.[2]

Las lenguas naturales son, como has leído en la cita, lo que se suele llamar, a veces de manera despectiva, lenguas y hablas; mientras que lo que con frecuencia lleva el nombre de lengua es en realidad una elaboración artificial, cuya norma se prescribe en los manuales de instituciones como la RAE.

Un ejemplo (que aparece también en el libro citado en la nota 1) es el cambio de determinantes femeninos ante nombres femeninos que empiezan por una a tónica por determinantes masculinos: esta hacha → este hacha. Este cambio ocurre por analogía, que es “una ley natural de la variación y cambio lingüísticos”.[3] Sin embargo, la RAE no admite este uso, que considera incorrecto.[4]

No obstante, otros cambios sí son aceptados, y estas decisiones no se basan en criterios lingüísticos, pues según la Lingüística no hay rasgos fonéticos o gramaticales correctos e incorrectos.

También la no distinción entre los fonemas fricativos /s/ y /z/ se considera desde determinadas instancias un error o una desviación, pero se trata de un rasgo fonológico tan válido como la distinción /s/-/z/. Así pues, creer que un mexicano, un venezolano, un sevillano, un canario, etc. lo que hace es hablar mal el español porque no sabe distinguir /s/ de /z/ o porque confunde ambos fonemas es tan solo un prejuicio alejado de la Lingüística. El mexicano, el venezolano, el andaluz, el murciano, el castellano, el canario, el chileno, el colombiano… tienen sistemas fonológicos diferentes y, en consecuencia, son sistemas lingüísticos diferentes.

Las oraciones que encuentras en este blog y los análisis que propongo, por tanto, no son la opción única y correcta (ya has visto que no existe una opción correcta desde el punto de vista lingüístico). Lo que hago aquí es tratar de facilitarte las cosas como estudiante que tiene que aprobar la asignatura de Lengua, en la que se toma como referencia la norma culta del español estándar. Pero tu manera de hablar es tan válida como la de cualquier hablante. Tengo la esperanza de que las cosas cambien y deje de imponerse la variedad estándar como la lengua por antonomasia.


[1] Moreno Cabrera, Juan Carlos (2025). Lengua, dialectos, hablas. Crítica de la dialectoideología española. Hojas Monfíes.

[2] Ídem.

[3] Ibídem.

[4] Afirman “Es esta agua” y, por tanto, están haciendo gramática prescriptiva y no descriptiva. https://www.rae.es/duda-linguistica/es-esta-agua-o-este-agua

Blog · Paso 8 IDENTIFICAR LA FUNCIÓN DE CADA CONSTITUYENTE · Sintaxis

Sujeto: ejemplos

Muchas veces los ejemplos nos ayudan a asimilar lo que hemos aprendido en la teoría (pincha para leer “Cómo reconocer el sujeto”), así que aquí te dejo algunos con una breve explicación.

En los siguientes cuatro ejemplos, el sujeto es un nombre o un sintagma nominal (SN).

Emilio ha cumplido diecisiete años → esta es una oración sencilla en la que es fácil reconocer el sujeto, pero nos sirve para contrastar con las siguientes oraciones.

Ayer cayó una gran nevada → la intuición te puede llevar a pensar que el sujeto siempre va al comienzo de la frase. Tienes que fijarte bien, porque el sujeto puede ir en otras posiciones. Aquí el predicado es ‘ayer cayó’, mientras que el sujeto es el SN ‘una gran nevada’. Si lo pones en plural, concuerda con el verbo: Ayer cayeron grandes nevadas.

El anciano profesor de matemáticas con cuarenta años de experiencia en la universidad explicó el teorema con paciencia → el sujeto de esta oración es un SN bastante largo porque contiene varios complementos. Veámoslo con más detalle:

El núcleo del SN-Sujeto es ‘profesor’ y tiene tres complementos del nombre (CN): ‘anciano’, ‘de matemáticas’ y el más extenso, que es el SP ‘con cuarenta años de experiencia en la universidad’. ¡No te líes con todos los CN que hay dentro de otros CN! He puesto el análisis del SN-Sujeto completo para que tengas más información disponible, pero los CN del núcleo ‘profesor’ solo son los que te he mencionado, los que están a la misma altura o en la misma línea que el núcleo (N) ‘profesor’.

Y recuerda que puedes leer aquí la entrada sobre cómo identificar desde dónde hasta dónde va cada sintagma.

El pastel que horneó mi abuela con nueces y miel es una receta centenaria → en esta oración atributiva el sujeto es un SN que incluye una oración subordinada de relativo con la función de complemento del nombre (CN).


Aquí vemos tres oraciones sencillas cuyo sujeto es un pronombre. En las dos primeras el sujeto es fácilmente reconocible.

¿ sabes cómo se rellena el formulario?

Yo no puedo ir a Palencia este fin de semana.

La casa la encontraron ellas tras preguntar a los vecinos del pueblo → un primer impulso te puede llevar a creer que el sujeto de esta oración es ‘la casa’, sin embargo, fíjate en que ‘la casa’ no concuerda con el verbo. Si cambiamos de orden los elementos de la oración, es más claro: Ellas encontraron la casa tras preguntar a los vecinos del pueblo.


Acuérdate de que también algunas oraciones subordinadas pueden funcionar como sujeto.

A Patricia le encanta caminar bajo la lluvia → en este caso, tenemos una oración subordinada sustantiva que concuerda con el sujeto. Si la sustituimos por un sintagma nominal, nos quedaría A Patricia le encanta la lluvia. ‘Patricia’ aquí no es sujeto porque si la sustituimos por un pronombre en plural, el verbo seguiría estando en singular: A nosotras nos encanta la lluvia. En cambio, si en lugar de ‘la lluvia’, ponemos ‘las gotas de lluvia’, el verbo sí hay que pasarlo a plural: A Patricia le encantan las gotas de lluvia.

Me molesta mucho que me griten → esta frase tiene la misma lógica. La diferencia es que en la de arriba el sujeto es una subordinada sustantiva de infinitivo, mientras que aquí el sujeto es una subordinada sustantiva introducida por el nexo ‘que’.

Quienes deseen ir a la excursión deben inscribirse antes del miércoles → aquí el sujeto es una subordinada adjetiva sustantivada (u oración de relativo libre según otro sistema de análisis). Pincha en el enlace si quieres saber más sobre este tipo de oraciones. Podemos comprobar que la oración subrayada desempeña la función de sujeto sustituyéndola por un pronombre: Ellos deben inscribirse antes del miércoles.

Espero que estos ejemplos te hayan ayudado y, si no es así, consúltame tus dudas en los comentarios.

Blog · fonética

Fonética articulatoria 1. Los órganos de la articulación

La fonética articulatoria es una rama de la fonética que estudia cómo se producen los sonidos del habla en el tracto vocal. Los órganos del aparato fonador tienen funciones mucho más importantes, como la respiración, mientras que la producción de sonido es una función secundaria.

  1. Los órganos de la articulación

El aparato fonador tiene tres cavidades: la cavidad infraglótica, la glótica y la supraglótica.

Cavidad infraglótica (órganos de la respiración):

-Diafragma

-Pulmones

-Branquios

-Tráquea

Cavidad glótica o laríngea (órganos de la fonación):

-Laringe y sus cuatro cartílagos:

*Cricoides

*Tiroides

*Dos aritenoides

-Cuerdas vocales: son repliegues que están unidos en su parte delantera al tiroides. Por detrás cada una de las cuerdas termina en un aritenoide. El espacio creado entre las cuerdas o repliegues vocales es la glotis. La glotis puede tener tres posiciones:

*Cuando no emitimos ningún sonido, es decir, en posición de reposo, la glotis está abierta.

*En los sonidos sonoros, las cuerdas vocales están en pleno contacto.

*En los sonidos sordos, la glotis se está estrechando, pero no está cerrada del todo.

Teoría mioelástica: también llamada teoría de la burbuja de aire, es la más aceptada por los fonetistas. Esta teoría propone que, cuando se va a iniciar la fonación, la glotis se cierra e impide el paso del aire; la presión del aire subglotal provoca la apertura de las cuerdas vocales y el paso de una determinada cantidad de aire. Después, las cuerdas vocales se cierran otra vez en la parte inferior, a causa de su elasticidad natural y de la disminución brusca de presión en la glotis. Cuando el aire sale por el hueco de la laringe, se produce un efecto de succión que hace que se aproximen entre sí de nuevo.

Modo de vibración: la vibración es una ondulación. Se llama tono laríngeo.

Frecuencia de vibración: a mayor frecuencia, tono más agudo; a menor frecuencia, tono más grave.

Amplitud (o volumen): está relacionada con la fuerza con la que sale el aire de los pulmones y con la que vibran las cuerdas vocales. Si las cuerdas vibran con más fuerza, la amplitud del sonido aumenta.

Cavidad supraglótica (órganos de la articulación):

-Cavidad faríngea

-Cavidad nasal

-Cavidad oral: en esta cavidad hay órganos activos (móviles) y pasivos (inmóviles).

*Móviles: lengua, mandíbula inferior, velo del paladar, úvula.

*Inmóviles: mandíbula superior, alvéolos, paladar duro.

Lengua: ápice, dorso (predorso, mediodorso y postdorso), raíz.

Paladar: alvéolos, paladar duro (zona prepalatal, mediopalatal y postpalatal), paladar blando (zona prevelar, postvelar y úvula).

Dientes

Labios

En la próxima entrada de fonética, hablaremos de los tipos articulatorios.

Análisis · Blog · Paso 8 IDENTIFICAR LA FUNCIÓN DE CADA CONSTITUYENTE · Sintaxis

Identificar funciones sintácticas: introducción

Una vez llevados a cabo los pasos anteriores, es momento de identificar la función de cada constituyente. Esto nos puede parecer complicado, pero hay algunas cosas que nos van a facilitar la tarea. En primer lugar, las funciones de sujeto y de predicado ya las hemos determinado en el paso 5. Además, si observamos qué tipo de oración tenemos según el predicado, podemos reducir aún más las funciones disponibles. Por ejemplo, sabemos que en una oración atributiva hay atributo, pero no complemento directo; o que las oraciones transitivas sí tienen complemento directo, mientras que las intransitivas no. También sabemos que en una oración pasiva, el sujeto de la activa pasa a ser el complemento agente y el complemento directo de la activa es en la pasiva el sujeto paciente (están todos los ejemplos en el enlace de arriba).

Por otro lado, en el libro Estrategias para el análisis sintáctico, de Javier de Santiago Guervós, que ya te mencioné en otro apartado, puedes encontrar pruebas para determinar algunas funciones. Se trata de un libro de corta extensión (no llega a las 90 páginas) y de lectura fácil, que incluye ejercicios con sus soluciones. Está disponible en algunas bibliotecas públicas, pero si no lo encuentras en el lugar donde vives, intentaré darte en esta página algunas claves para ayudarte en la tarea de identificar funciones sintácticas.

Recuerda que tienes a tu disposición la sección de comentarios para consultar dudas puntuales.

Análisis · Blog · Paso 7 ENCONTRAR EL NÚCLEO DEL SINTAGMA · Sintaxis

Encontrar el núcleo del sintagma

Todo sintagma “está estructurado en torno a un núcleo que le otorga su categoría (nominal, adjetival, adverbial…) y da cuenta de sus propiedades fundamentales de significado y distribución”.[1]

Tipo de sintagmaNúcleo
Sintagma nominal (SN)Sustantivo
Sintagma adjetivo (SAdj)Adjetivo
Sintagma adverbial (SAdv)Adverbio
Sintagma verbal (SV)Verbo
Sintagma preposicional (SP)Preposición[2]

Para reconocer el núcleo del sintagma, debemos tener en cuenta su composición, por eso, este paso es casi simultáneo con el anterior. Si no tenemos claras las categorías gramaticales y la estructura de los distintos tipos de sintagma, será muy difícil encontrar el núcleo de cada sintagma.

En muchos casos, podemos eliminar los modificadores y los complementos y dejar solo el núcleo, y la frase sigue siendo gramatical, excepto en el caso del sintagma preposicional, cuyo complemento, llamado término, es obligatorio.

En el aula hay dos pizarras En el aula hay pizarras

El estante de las especias está un poco alto El estante de las especias está alto

Tienes que girar hacia la izquierda → *Tienes que girar hacia

En este último ejemplo, como vemos, la preposición no puede quedar sola, porque la frase sería agramatical.

¿Y qué ocurre con sintagmas como los siguientes?

La azul

El de arriba

Nos encontramos en el primer ejemplo con un artículo y un adjetivo, y en el segundo con un artículo y un sintagma preposicional. Existen varias teorías para explicar este fenómeno, pero en esta web vamos a analizar estos sintagmas mediante la teoría de la elipsis. Según dicha teoría, lo que sucede es que el núcleo del sintagma está omitido y podemos recuperarlo por el contexto.

-¿Qué camiseta quieres?

-La azul.

Entonces, “la azul” es un sintagma nominal compuesto por un determinante, un núcleo omitido (Ø) y un sintagma adjetivo que funciona como complemento del nombre.

¡Ojo! El núcleo no es camiseta, sino que, en este contexto, el núcleo omitido hace referencia al sustantivo “camiseta” mencionado en la frase anterior “¿qué camiseta quieres?”.

En el sintagma nominal “el de arriba”, tenemos también un determinante, un núcleo omitido y un sintagma preposicional con la función de complemento del nombre. Para conocer a qué sustantivo hace referencia el núcleo omitido, necesitamos recurrir al contexto. Tengamos en cuenta que, para explicar sintaxis, utilizamos ejemplos aislados, pero eso no es lo que habla la gente, que es lo que realmente interesa a los y las lingüistas, y en el lenguaje real siempre hay un contexto.

También es muy importante considerar que, asimismo, en la enseñanza de sintaxis se simplifica el conocimiento por razones didácticas, pero puede haber distintas interpretaciones para explicar un mismo fenómeno. Es decir, la sintaxis es más compleja de como se enseña en la secundaria y el bachillerato. Por eso, yo siempre sugiero a los alumnos y alumnas a los que doy clases particulares que utilicen la terminología y las interpretaciones que les ha explicado su profesor o profesora, porque aunque es muy enriquecedor que conozcan que hay variedad, es recomendable ser consistente y no caer en ambigüedades, por ejemplo, utilizando un día una manera de analizar y al día siguiente otra distinta, o usar unas veces el término “grupo” y otras “sintagma”, etc.


[1] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg>

[2] En la entrada sobre los tipos de sintagma expliqué que el sintagma preposicional es un caso distinto al de los otros sintagmas y lo analizamos de diferente modo.

Análisis · Blog · Paso 6 IDENTIFICAR SINTAGMAS · Sintaxis

Desde dónde hasta dónde va cada sintagma

Una vez que conocemos los distintos tipos de sintagma que existen y su composición, tenemos que determinar cuál es la longitud de los sintagmas que estamos analizando. Y contamos con algunas pruebas que nos pueden ayudar, si bien no son definitivas y hemos de ser precavidos.

Podemos utilizar, por ejemplo, la prueba de conmutación por pronombres tónicos. Imaginemos que queremos encontrar los sintagmas que hay en esta oración:

Me suena el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia

Creemos que hay un sintagma nominal que comienza en “el chico”, pero no sabemos hasta dónde llega. Lo que podemos hacer es conmutar (sustituir) lo que pensamos que es el sintagma por un pronombre tónico.

Entonces, si creemos que el sintagma es “el chico de la camiseta azul”, probemos a conmutarlo por el pronombre tónico “él”:

*Me suena él que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia

Al hacer esta prueba, vemos que algo no encaja, así que deducimos que el sintagma nominal seguramente sea más largo de lo que creíamos. Probemos con “el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde”:

Me suena él en casa de Silvia

La oración no es agramatical, pero sigue habiendo algo que no encaja, así que probemos a sustituir todo a partir de “el chico”:

Me suena él

Ahora sí parece que encaja, así que deducimos que el sintagma nominal es “el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia”.

Me suena el chico de la camiseta azul que vimos el viernes por la tarde en casa de Silvia → Me suena él

A partir de aquí, tendríamos que ir profundizando en los distintos niveles de análisis e ir dividiendo este sintagma nominal en sus distintos constituyentes. Voy a dejar la oración resuelta, pero ten en cuenta que esta es una tarea que requiere mucha práctica y cierto conocimiento teórico. Y recuerda que si tienes alguna duda, puedes dejarme un comentario y te responderé lo antes posible.

La prueba de conmutación por pronombres átonos también nos puede servir en algunos casos. Es muy parecida a la anterior.

El cuadro de La Gioconda parece más pequeño visto en persona

Si, en la oración de arriba, queremos analizar el sintagma adjetivo que empieza en “más pequeño”, lo que hacemos es conmutarlo por el pronombre átono correspondiente.

Probemos si el sintagma adjetivo es solo “más pequeño”:

El cuadro de la Gioconda lo parece visto en persona

La oración no es agramatical, pero suena un poco rara. Sustituyamos “más pequeño visto” por el pronombre átono:

El cuadro de la Gioconda lo parece en persona

Sigue sin ser agramatical, pero algo falla. Probemos al sustituir desde “más pequeño” hasta el final:

El cuadro de la Gioconda lo parece

Ahora sí que encaja la oración así que el sintagma adjetivo es todo lo que aparece en negrita:

El cuadro de La Gioconda parece más pequeño visto en persona El cuadro de la Gioconda lo parece

Apliquemos la prueba también en la siguiente oración:

Me encontré a Teresa el otro día en la Plaza Mayor

Si queremos comprobar la longitud del sintagma que empieza en “a Teresa”, conmutémoslo por un pronombre átono:

Me la encontré el otro día en la Plaza Mayor

En este caso, parece que el sintagma solo es “a Teresa”:

Me encontré a Teresa el otro día en la Plaza Mayor Me la encontré el otro día en la Plaza Mayor

Sin embargo, insisto en que hay que ser cuidadoso con estas pruebas, pues en algunas oraciones pueden resultar dudosas. Creo que la mejor manera de llevar a cabo correctamente este paso de identificar sintagmas es hacerlo teniendo en cuenta el último paso del análisis. De hecho, estas pruebas, junto con otras, te pueden servir para determinar algunas funciones sintácticas.

Puedes encontrar todas las pruebas explicadas de forma muy clara en el libro Estrategias para el análisis sintáctico, de Javier de Santiago Guervós, que está disponible para préstamo en algunas bibliotecas si no quieres o no te es posible comprarlo.

Análisis · Blog · Paso 6 IDENTIFICAR SINTAGMAS · Sintaxis

El sintagma: composición y tipos

El paso 6 puede resultar más complicado que los anteriores, pero es posible lograr identificar los sintagmas si se tienen en cuenta varios puntos.

Comencemos explicando qué es un sintagma. El DLE define sintagma de la siguiente manera:

Al sintagma también se le puede llamar “grupo”. En esta página vamos a utilizar el término “sintagma”, pero ten en cuenta que es sinónimo de “grupo”. Te recomiendo usar el mismo que te han enseñado en clase para no dar lugar a confusión. O, si eres autodidacta, te recomiendo que elijas uno de los dos términos y que uses siempre el mismo, también por una razón de claridad.

Composición del sintagma

La teoría de la X’ (formulada por Chomsky y ampliada por Jackendoff) propone que todos los sintagmas se componen de la misma manera: todos tienen como mínimo un componente (el núcleo) y como máximo tres (especificador, núcleo y complemento). El componente que no puede faltar es el núcleo, mientras que el especificador y el complemento son opcionales.

Pongamos un ejemplo: el sintagma nominal (SN) la pared blanca está formado por el especificador “la” más el núcleo -que es un nombre- y el complemento (N’) “pared blanca”, y a su vez N’ está compuesto por el núcleo “pared” y el complemento “blanca”.

Según esta teoría, este mismo esquema se aplica a todos los tipos de sintagma. Sin embargo, ya veremos que el sintagma preposicional (SP) funciona de manera distinta.

No es necesario que sepas de memoria la teoría de la X’, pero sí es recomendable conocerla. Lo más importante es saber cómo se analiza un sintagma. Veamos algunos ejemplos:

El sintagma nominal (SN) la pared blanca está formado por el determinante artículo “la”, el núcleo “pared” y el complemento “blanca”, que en este caso es un sintagma adjetivo (SAdj) que tiene la función de complemento del nombre (CN).

En este sintagma adjetivo (SAdj) nos encontramos con el modificador “muy”, el núcleo “fácil” y el complemento “de analizar”.

Este sintagma adverbial (SAdv) se compone del modificador “bastante”, el núcleo “cerca” y el complemento “de la casa de mis abuelos”.

Este sintagma verbal (SV) está formado por el núcleo “vivo” y dos complementos: “en Candelario” y “desde los ocho años”.

Tengamos en cuenta que los complementos pueden ser oraciones subordinadas o llevarlas incluidas.

En este sintagma nominal, el complemento “que pinté de blanco” es una oración subordinada sustantiva.

O, por ejemplo, en el sintagma adjetivo que vimos antes, el complemento “de analizar” es un sintagma preposicional que incluye una oración subordinada sustantiva de infinitivo.

En el siguiente sintagma adverbial también hay incluida una oración subordinada dentro del sintagma preposicional que funciona como complemento de “cerca”. Se trata de “donde viven mis abuelos”.

Tipos de sintagma

Hay cinco tipos de sintagma:

  • Sintagma nominal (SN): su núcleo es un sustantivo.
  • Sintagma adjetivo (SAdj): su núcleo es un adjetivo.
  • Sintagma adverbial (SAdv): su núcleo es un adverbio.
  • Sintagma verbal (SV): su núcleo es un verbo.
  • Sintagma preposicional (SP): su elemento principal es una preposición, pero, como ya hemos dicho, este sintagma funciona de manera diferente a los otros, ya que en el resto de sintagmas el núcleo puede ir solo, sin embargo, en el sintagma preposicional, la preposición no puede ir sola, pues la frase no sería gramatical.

Quizás el cuarto ejemplo, al comprimir el sintagma y dejar solo el núcleo, te ha sonado un poco raro, pero fíjate en que la oración es gramatical. Lo que ocurre es que los complementos del sintagma están aportando una información relevante, entonces, al eliminar los complementos, la información se pierde. Pero no es el mismo caso que el del último ejemplo, ya que en este caso la oración es directamente agramatical.

¿Y cómo analizamos el sintagma preposicional? El sintagma preposicional está constituido por una preposición, que es el enlace, y por el término de la preposición:

El término de la preposición puede ser un SN (he visto a Mario), un SAdj (se hace pasar por loco), un SAdv (desde lejos) y también una oración de relativo libre (¿Pensaste en lo que te dije?) y una oración subordinada sustantiva (lleva cinco años sin ver la tele, se ha cansado de que le respondan siempre lo mismo).

En la próxima entrada, explicaremos algunos métodos para saber desde dónde hasta dónde va un sintagma.

Análisis · Blog · Paso 5 SEPARAR SUJETO Y PREDICADO · Sintaxis

Cómo reconocer el sujeto

Tradicionalmente, se ha definido el sujeto como el que realiza la acción del verbo. Sin embargo,  esta definición es semántica y no gramatical. Por eso, no debemos confundir el papel semántico de agente con la función sintáctica de sujeto.

Es cierto que en algunas oraciones sujeto y agente coinciden:

Luis salta → en esta oración “Luis” es el sujeto y también el agente, porque realiza la acción del verbo.

Pero hay otras en las que el sujeto no tiene el papel semántico de agente o en las que este desempeña una función sintáctica que no es la de sujeto:

A Luis le gustan las manzanas → el agente sigue siendo Luis, pero aquí “A Luis” es complemento indirecto (CI) y “las manzanas” es el sujeto.


Ahora bien, ¿cómo podemos reconocer el sujeto?

Empecemos por enumerar qué categorías pueden tener la función de sujeto:

1) SN: (Det)+N+(Complementos). El núcleo del SN puede ser un pronombre (Yo no sé nada), un sustantivo (Juan no sabe nada) y un adjetivo sustantivado (La amarilla es la que más me gusta).

2) Oración subordinada sustantiva (en este enlace tienes más información https://sintaxisymas.wordpress.com/2021/01/16/oraciones-subordinadas-sustantivas/)

A Luis le gusta comer manzanas.

3) Oración adjetiva sustantivada (resumen en la diapositiva 11 de este enlace https://sintaxisymas.wordpress.com/2021/02/18/oraciones-subordinadas-adjetivas/)

Los que hayan terminado la tarea pueden irse.


Además, existen algunas pruebas que nos pueden ayudar a reconocer el sujeto:

1) La concordancia. El sujeto siempre concuerda en número y persona con el verbo. Si te encuentras con la oración Esa nube tapa el sol, puedes pasar el verbo a plural y comprobar qué sintagma nominal también tendría que cambiar:

*Esa nube tapan los soles                                   Esas nubes tapan el sol

A Marta le gusta el melón                                 A Marta le gustan las fresas

Comprueba también que coincidan en persona el verbo y el sujeto:

Yo voy todas las mañanas al campo             *Él voy todas las mañanas al campo

Las oraciones subordinadas están en tercera personal del singular (no el verbo de la subordinada, sino toda la oración).

Que me cuentes historias antiguas es fascinante → el verbo está en tercera persona del singular y el sujeto es una oración subordinada sustantiva.

Recuerda que en castellano el sujeto no es de aparición obligatoria, así que puede estar omitido, lo cual tienes que indicar en tu análisis. En este caso, lo hacemos con la marca Ø, pero se puede indicar de otras maneras. Lo importante es que sepamos que en esta oración hay un sujeto omitido de primera persona del singular.

2) Conmutación por un pronombre. Podemos probar a sustituir lo que creemos que es sujeto por el pronombre “eso”, por ejemplo.

Montar en bicicleta es muy divertido → si pensamos que el sujeto es “Montar”, diríamos: ?Eso en bicicleta es muy divertido, lo cual nos suena extraño. Pero si sustituimos “Montar en bicicleta”, nos quedará: Eso es muy divertido, que tiene más sentido. En este caso, el sujeto es una oración subordinada sustantiva de infinitivo.


Un último consejo es que, cuando busques el sujeto de una oración, tengas en cuenta si estás buscando el sujeto de la oración principal o el de la oración subordinada. En la oración de arriba Que me cuentes historias antiguas es fascinante, decíamos que el sujeto de la principal es la subordinada sustantiva, que coincide con un verbo en tercera persona del singular. Pero el verbo de la subordinada está en segunda persona del singular y su sujeto está omitido.

Espero que esta información te ayude. Recuerda que lo más importante para obtener destreza con el análisis sintáctico es practicar constantemente la teoría.